En el panorama Android, las características de los terminales de gama alta están bastante igualadas de forma que el estándar actual es una pantalla con resolución Quad HD, el último procesador lanzado por Qualcomm, 4 GB de memoria RAM y un sensor de huella dactilar. Prácticamente todos los referentes incluyen esta especificaciones con pequeñas variaciones.
Los terminales tope de gama de Android compiten entre sí casi a igualdad de hardware. Sin embargo, siempre hay alguna característica de cada uno de ellos que destaca por encima de los demás, como el LG G5 con su batería modular o el Galaxy S7 con su pantalla Super AMOLED. Pero, últimamente estamos siendo testigos de la desvinculación de Samsung de Qualcomm. Y es que anteriormente, todos los terminales de gama alta incluían en su interior el mismo procesador: el más potente lanzado por Qualcomm.
En el sector de los procesadores móviles tenemos varios competidores: Qualcomm, Mediatek, Exynos… Pero año tras año con la renovación de los chips, eran los primeros los que lanzaban el más potente. Y, dado que en la gama alta los fabricante quieren poner toda la carne en el asador, todos solicitaban a Qualcomm incluir su procesador.
Pero, con los datos en la mano, Qualcomm está perdiendo la buena reputación obtenida. Todo empezó con los problemas de calentamiento de su Snapdragon 810. Dicho procesador sirve de cerebro del aún buque insignia de HTC, el One M9. Fueron varios los usuarios que reportaron que el móvil literalmente quemaba en la zona en la que se ubica el chip. Qualcomm, que acababa de lanzar el procesador, tuvo que actualizar el software del procesador para solventar los problemas. Aunque muchos compradores señalaron que seguían teniendo los problemas tras actualizar.
Ese mismo año, Samsung dio un golpe al fabricante de chips: su esperado Galaxy S6 llegaría con procesador de la casa. Y, si el smartphone referente de Android no incluye tu procesador, es que algo no va tan bien con el chip. De hecho, ya son la totalidad de Galaxy de gama alta los que tienen un Exynos en su interior.
Qualcomm anunció que con su procesador de 2016, volvería a ser el referente del sector. Los números y las características filtradas del Snapdragon 820, daban la razón al fabricante: su chip prometía ser el mejor. Sin embargo, es ahora tras la presentación de varios terminales de gama alta, cuando podemos ponerlo verdaderamente a prueba.
El Snadragon 820 ha mejorado muchísimo con respecto a su antecesor, el 810. Sin embargo, parece ser que este año Qualcomm vuelve a tropezar: gracias a la aplicación de GFXBench, os traemos una comparativa de los benchmarks obtenidos por los terminales más populares del mercado.
En el diagrama de arriba observamos que, como no podría ser de otra manera, el Snapdragon 820 supera en casi todas las pruebas a los terminales del año pasado. Sin embargo, al compararse con el último iPhone, los resultados no son tan esperanzadores. El procesador de Qualcomm supera al chip A9 de Apple en dos de los cuatro test. Por lo que el dispositivo de Apple supera al terminal con el Snapdragon 820 en otros dos. Por lo que el chip de Qualcomm no es malo ni mucho menos. Pero no es el mejor, algo a lo que nos tenía acostumbrados año tras año.
